En la publicación de hoy te contamos qué hacer en Oporto durante un fin de semana: lugares que visitar, restaurantes, arte callejero y cómo entrar en una de las librerías más populares de Europa
De entre todas las ciudad que visitamos Oporto es una de esas ciudades que le guardamos un gran recuerdo ya que fue nuestro primer viaje en pareja fuera de España.
Primer día- Viernes de tarde
Llegamos bien pasado el mediodía así que nos fuimos directamente a comer. Empezábamos con el pie izquierdo, un menú no muy acertado: tartar de atún que resultó ser todo un fracaso y un par de platos más que no nos han dejado recuerdo alguno.
Después de comer quisimos callejear por la ciudad pero como hacía demasiado calor decidimos regresar a nuestro apartamento.
Retomamos fuerzas y vimos el atardecer desde el puente Don Luis I.

Fue uno de los momentos mágicos del viaje, el sol estaba escondiéndose detrás de los edificios, las vistas eran impresionantes y unos artistas callejeros con unos buenos altavoces llenaban de música de violines toda la ribera.
Seguimos callejeando por las pequeñas calles de la ciudad, hasta que llegamos al Río Duero, dimos un paseo por la orilla y nos sentamos en una terraza para poder disfrutar del sabor de la cerveza más popular portuguesa: la Sagres.
Si quieres pasar una tarde tranquila, charlando en una terraza y admirando la iluminación del Monasteiro Da Serra Do Pilar la vera del río es el lugar adecuado.
Esa noche probamos el plato estrella de Oporto: La Francensinha, una especie de sándwich relleno de jamón, queso, ternera, salchicha y huevo. El creador de este plato fue el cocinero Daniel David Silva . Siendo sinceros no nos agradó de todo pero como se suele decir, para gustos los colores.
Cuando acabamos de cenar fuimos directamente al apartamento a descansar para empezar con la máxima energía al día siguiente.
Segundo día- Sábado
Nos levantamos bien temprano para disfrutar al máximo del día, unas zapatillas cómodas y a caminar. Oporto es una ciudad que hay que conocer andando, así podremos descubrir sus rincones secretos más bonitos.

Nada más salir del apartamento nos encontramos con la estación de São Bento donde no solamente hay trenes en su interior sino un museo gracias a sus 20.000 azulejos que reflejan la historia de Portugal.
Continuamos por la Plaza de los Aliados donde se encuentra el ayuntamiento y muchos palacios modernistas y seguimos nuestro trayecto por la catedral de Oporto, su imponente fachada llamó nuestra atención.
La siguiente parada era la torre de los Clérigos, el punto más alto de la ciudad. En épocas pasados los marineros usaban la torre como guía para encontrar la ribera del río. Nosotros no subimos los 240 escalones hasta la cima y nos arrepentimos ya que las vistas brindan una gran panorámica de la ciudad.
Después de visitar la torre de los Clérigos, cogimos el mapa y nos dirigimos hacia la casa de la música, este lugar tiene una gran controversia ya que para muchos su arquitectura moderna contrasta con el resto de la ciudad.

Continuamos hacia el Palacio de la bolsa y la famosa Librería Lello existe el rumor de que en ella se grabaron algunas escenas de la película Harry Potter. Sin embargo, las escenas están inspiradas en la Libreria Lello, pero no fueron grabadas ahí sino en Londres. Nosotros no entramos porque había una cola inmensa. El precio para poder entrar es de 5€/persona. En este enlace podrás reservar tu entrada.
Antes de hacer una parada para comer visitamos el Mercado do Bolhao, te aconsejamos visitar el mercado antes de las 13:00 porque a partir de esa hora empiezan a cerrar los pequeños puestos y no se puede apreciar la verdadera esencia del mercado.
Se acercaba la hora de comer así que decidimos cruzar el Puente Luis I para llegar a la Villa de Gaia. Y aquí llega la mejor parte del viaje y que día tras día seguimos recordando.
Fuimos a comer a la Taberninha do Manel a orillas del Rio Duero. Pedimos unos mejillones en salsa de tomate, una ensalada mixta y unos pastéis de bacalhau, todo delicioso.

Nuestro siguiente plan era conocer el famoso vino de Portugal: el vino Porto en las bodegas de Vila Nova de Gaia, pero no siempre seguimos los esquemas, así que esta vez callejeamos por Vila Nova de Gaia hasta localizar uno de los murales más populares de la red social Instagram: Half Rabbit

Esta obra de arte fue creada por Bordalo II, un artista que construye sus creaciones con restos de basura
Después de un pequeño paseo decidimos descansar a orillas del rio Duero mientras nos tomábamos una cerveza y contemplábamos las vistas de la ciudad de Oporto.

Por la noche fuimos al Barrio Do Barredo mientras subíamos y bajamos escaleras admirando una vez más su laberinto de callejuelas.

A continuación dimos un paseo por la Ribera del Duero para disfrutar del atardecer mientras buscábamos dónde cenar.
Esa noche cenamos en el Restaurante Vinhas D’alho pegado al río Duero. Te aconsejamos pedir el risotto con salsa de marisco y gambas.
Después de cenar quisimos comprobar el ambiente nocturno de Oporto así que nos dirigimos a los alrededores de la Rua Galeria de París. Esta zona de fiesta está muy cerca de la Torre de los Clérigos, detrás de la Librería Lello, nos tomamos unos mojitos, unas piñas coladas y entramos en un pub antes de volver al apartamento.
Tercer día- Domingo
Era nuestro último día en Oporto y desafortunadamente no teníamos mucho tiempo. Dimos un paseo rápido por la ciudad e intentamos entrar en la famosa cafetería Majestic, pero la cola era infinita y no nos daba tiempo.
La cafetería Majestic fue inaugurada en 1921 y era lugar de encuentro entre muchos escritores, filósofos y artistas de la época. Además, cuenta la leyenda que J.K.Rowling comenzó a escribir su primer libro de Harry Potter en una servilleta de papel en esa famosa cafetería.

Si quieres seguir descubriendo más lugares de nuestro país vecino te recomendamos leer nuestra entrada: qué ver en cuatro días en el Norte de Portugal
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